Reproches en el Palacio Real

Durante la recepción en el Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, no dudó en acercarse al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para expresarle su preocupación y descontento por la reciente modificación de una ley que beneficiará a 44 etarras. Araluce increpó a Sánchez, afirmando que los ha dejado abandonados y sin respeto a las víctimas del terrorismo. Su mensaje fue claro: 'Tiene un día para rectificar'.

Este encuentro, caracterizado por la tensión, refleja el profundo malestar de las víctimas ante lo que consideran un desprecio del Gobierno hacia su sufrimiento. En sus declaraciones, Araluce criticó la falta de respuesta del presidente a sus múltiples cartas y la inacción respecto a sus demandas.

El descontento de la AVT no es nuevo, ya que llevaba semanas manifestando su aprehensión ante la reforma legal que permitiría a los presos etarras reducir sus penas. Araluce señaló que este cambio legislativo ha generado un sentimiento de devastación entre las víctimas, que perciben como una traición el hecho de que sus sufrimientos puedan ser minimizados por decisiones políticas.

Carta abierta al presidente

Este mismo día, Araluce aprovechó su presencia en el Palacio Real para hacer eco de una carta que envió a Sánchez, en la que solicitaba la modificación inmediata del proyecto de Ley de reforma de la Ley Orgánica 7/2014. En esta misiva, la presidenta de la AVT explicó el profundo impacto emocional que la reforma está causando entre las víctimas: 'Nos encontramos devastadas y con un sentimiento de indefensión absoluto', escribió. La carta también apuntó que muchos ciudadanos se preguntan cómo es posible que los verdugos estén ahora escribiendo el final del terrorismo en España.

La AVT argumenta que esta reforma, aunque oficialmente dirigida a transponer una directiva europea, tiene implicaciones nefastas al permitir que los terroristas descuenten penas cumplidas en otros países como Francia. Esto coloca en jaque el esfuerzo de las víctimas por buscar justicia y verdad.

Las voces de las víctimas, que claman por ser escuchadas, se sienten acalladas en el ruido de la política. En su carta, Araluce advirtió sobre la posibilidad de que esta situación sea percibida como un regreso a un tiempo de sufrimiento para las familias afectadas, como si los terroristas volvieran a llenar de dolor sus vidas.

Un diálogo ignorado

A pesar de los intentos de diálogo y el grito de auxilio de las víctimas, Sánchez ha respondido de manera cautelosa y distante, limitándose a aseverar que la posición de Araluce es una opinión. Este tipo de respuestas han intensificado la frustración entre las víctimas, que sienten que sus preocupaciones son minimizadas y desestimadas por el actual Ejecutivo. La relación entre la AVT y el Gobierno ha sido compleja desde el inicio de este mandato, con numerosas críticas sobre cómo se están manejando estos temas sensibles.

Esta situación puede tener repercusiones en la confianza que las víctimas depositan en sus representantes políticos. A medida que avanza el debate sobre la reforma, se plantea la necesidad urgente de que Gobierno y oposición escuchen el clamor de quienes han sufrido el terrorismo en sus propias carnes, garantizando que no se repitan los errores del pasado.