Licencias caducadas y conciertos polémicos

Además de la posible falta de documentos, los vecinos han esgrimido un argumento interesante: para obtener las autorizaciones necesarias para llevar a cabo los conciertos, los organizadores presentaron un documento del 2001, obviando las licencias necesarias tras las reformas que han tenido lugar en el estadio.

Según las quejas de los vecinos, esto puede considerarse un engaño a la Comunidad de Madrid, que ha otorgado permisos a los eventos musicales bajo la falsa premisa de que existía una licencia de funcionamiento vigente. Esta actuación podría acarrear consecuencias legales tanto para los organizadores de los conciertos como para los funcionarios que hayan permitido esta situación.

Los vecinos, además, han acusado al propio alcalde de Madrid y al Delegado de Urbanismo de posibles delitos de prevaricación medioambiental. Sin embargo, las denuncias fueron parcialmente inadmitidas por el juzgado, lo que ha llevado a los denunciantes a pedir una revisión de la decisión.